Si en una pareja, uno de los miembros o ambos se encuentran en un momento en que surgen dudas, incomodidad o malestar emocional vinculados a su relación, resulta útil consultar a uno/a psicoterapeuta de pareja y en Arbor Psicología somos especialistas en ello (Máster en el Hospital de Sant Pau, UAB).
Principales problemas por los qué se suele iniciar una terapia de pareja:
– Dificultades de comunicación: discusiones frecuentes, falta de diálogo, distancia emocional entre ambos miembros, dificultades en la expresividad del afecto, etc.
– Crisis puntuales ante nuevas situaciones vitales: inicio de convivencia, nacimiento de los/as hijos/as, cuando los/las hijos/as se marchan de casa, creación de una familia reconstituída (con hijos/as de otras parejas), etc.
– Dificultades de relación con la familia de los dos o de un miembro de la pareja.
– Infidelidad
– Duelos no resueltos (pérdida de seres queridos)
– Enfermedad de uno de los miembros o de ambos
– Problemas arrastrados durante años que nunca se han hablado
– Dudas ante la idea de separación
– Ayuda de cara a una separación lo más sana posible
– Dificultades ante las relaciones sexuales
Antes de iniciar una terapia de pareja, a veces surgen dudas como las siguientes:
¿El/la terapeuta dará la razón a mi pareja? ¿Me echará toda la culpa a mí? ¿Dirá que debemos separarnos?
El/la terapeuta de pareja no se encarga de dar la razón, ni de dar culpas ni decidir quién tiene la verdad y quién no, ni tampoco decide si se tienen que separar o no. Este/a profesional trata de facilitar un espacio y un tiempo de comunicación entre la pareja (que normalmente se encuentra en un punto en qué es muy complicado explicarse, entenderse, no culparse mutuamente) y de encontrar soluciones en el malestar de uno o de los dos miembros.
La terapia de pareja ayuda tanto a resolver conflictos, llegar a acuerdos y a un bienestar común, como también, si fuera el caso, a separarse de la manera más sana posible, pero eso siempre lo decidirá la pareja.